El espejo no miente
Esperando en el espejo
oír las mentiras
que la mente sopesó
y la conciencia adivina.
Viendo como sin aliento
se troquelan los golpes
que martillean los cimientos
de este mortal pobre.
Ya se cubre sin remedio
la sedosa piel cansada
con los hechos, con lo dramas
y los destrozos feroces.
Ya se perdió cristal claro
con el torcal apagado
de los años agrietados
que cincelan el ocaso.
Ese material bruñido,
azogado en su espalda
que ni engaña ni desgasta
tan sólo representa olvido.
Serás tú panegírico
de lo que dejaste atrás,
si tu vida fue verdad
o te traicionas a ti mismo.
Juan Fco. Cañada