Te he buscado horas y horas junto a la luna
hasta que se cansó la vista de contar estrellas.
Te he soñado bajo el sol y en la mojada lluvia.
Paseo bajo las nubes grises del pasado atormentado
acompañado de los cuervos del silencio y la soledad,
esperando las primeras luces que destruyan la oscuridad.
Camino para no estar solo, para recibir y dar consuelo.
Los zapatos desgastados como el alma de tanto avanzar,
y entre llanto y llanto, entre queja y queja, una sonrisa
para no fenecer, para continuar, soñando tal vez,
viviendo, no más.