La Piel de tu vida

Me he mojado los pies

en el agua bendita,

esperando que la hiel

que devora mi vida,

se convierta en la Piel

terca que asila mi huida.

 

La que me atrae al sendero,

la que me abriga firme,

en la que resbala la lluvia,

la que contiene mi cuerpo.

 

Esa que con el esfuerzo

respira,

esa que con tus caricias

vibra,

esa que contra el viento

camina.

 

Me he mojado los pies

en el agua bendita

para vivir un después

y conseguir palpitar

al ritmo de tu sonrisa.

 

Me he mojado los pies

junto al mar,

en el bien,

para andar,

sin perecer,

porque tú

me lo pedías.

 

Me he mojado los pies

en el barro que origina,

mis pecados y los tuyos,

 

tus vivencias y las mías.