Y si el corazón te duele
Y si el corazón te duele
por la penas recibidas,
¿No es el mío el que arde
en el fuego de lo yermo?
Y si la vida no huele
a flores y alegría,
¿No es mi sentido
el que dormido padece?
Y si tu alma está triste
por el talento cautivo,
¿No es mi destino
oscuro y páramo desierto?
¿Quién quiere dañar
sin causa ni provecho
alma, corazón y vida
de quien es su propio cuerpo?
¿Quién quiere ver
el reflejo ensombrecido
en las tinieblas de la indolencia
de su propio rostro?
Que no estén tus hazañas
escritas con la tinta marchita
de propósitos sobornados.
Que no sea tu llanto sordo
la dicha de tu amado.
Juan Fco. Cañada